Por la noches suelen volver algunos fantasmas. Esos que molestan al niño que vive al frente de mi casa. Los he visto meterse por la ventana de su dormitorio... escalan cuidadosamente el árbol ancestral que está junto a la pared y se arrastran por las ramas hasta dejarse caer en la suave y blanca alfombra del cuarto. Yo una vez le dije que tuviera cuidado de cerrar bien la ventana, pero con cara de resignación me dijo que eso era exactamente lo que hacía cada noche, y que aún así terminaban por colarse y molestar sus lindos sueños convirtiéndolos en pesadillas. "¿Y no has pensado en enfrentarlos?" Y asustado respondió : " No tengo el valor".
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